Recuerdo publicitario en los medios

El recuerdo publicitario es un factor clave cuando queremos desarrollar estrategias en los medios de comunicación. Para entender esto es preciso conocer la era en la que vivimos. En los tiempos actuales la información fluye ente las personas de una manera constante y vertiginosa, recibiendo una media de un impacto publicitario cada diez segundos llegando a un total de 6000 impactos diarios. Es sabido que el ser humano solo puede retener una cantidad máxima de 18 mensajes los cuales generarán un recuerdo. Por eso es crucial tener en cuenta el factor del recuerdo publicitario a la hora de trazar una estrategia de medios.

La televisión es el primer medio de comunicación que mayor recuerdo genera en el público, coincidiendo con el volumen de inversión que los anunciantes depositan en ella. La publicidad exterior es el segundo medio que más recuerdo publicitario genera; sin embargo los anunciantes invierten cantidades menores de dinero en ella en relación con la televisión, prensa, radio e internet. Hay que decir que no siempre ha de coincidir la inversión con el recuerdo publicitario, ya que la publicidad exterior y el cine (si se entiende como medio publicitario) son los medios que mas recuerdo generan en relación con la inversión realizada.

 

recuerdo publicitario

 

La televisión y la publicidad exterior son los medios que más recuerdo publicitario generan en la sociedad

 

El recuerdo publicitario funciona de manera distinta dependiendo de la franja de edad del público. Por una parte, tenemos al público joven que es más receptivo a estímulos, estímulos que desarrollarán los parámetros de comportamiento dentro de la adultez. Al ser más abiertos emocionalmente debido a que están transitando hacia la madurez, los jóvenes hallan en ciertas marcas valores y formas de comportamiento con los que se sienten identificados.

En el caso de las personas adultas, los parámetros de comportamiento ya están completamente desarrollados, haciendo que sean menos receptivas a estímulos. Este público tiene mayor poder adquisitivo y es conocedor de las marcas establecidas en el complejo entorno social. Esto hace que sus compras sean más rutinarias y en el caso de compras que impliquen un gasto económico alto, suele ser más precavido, preguntando, comparando e informándose debidamente, algo que predispone a poner menos antención a la publicidad y, por lo tanto, menos recuerdo publicitario.