Cierto es que la publicidad exterior ha sido uno de los medios publicitarios más perjudicados durante la pandemia del COVID-19. Sin embargo, durante su hora más oscura la publicidad exterior no solo supo capear el temporal con maestría y determinación, sino que además ha sabido innovarse y adaptarse perfectamente en un escenario tan hostil como el de una infección a escala global.
Uno de los mejores ejemplos lo tenemos en las campañas publicitarias enfocadas a informar sobre medidas de seguridad. Otro ejemplo lo encontramos en la publicidad destinada a apoyar y alabar a todos los profesionales que contribuyen con su esfuerzo a paliar la crisis del COVID-19: personal sanitario, militares, policías, farmacéuticos, repartidores, bomberos, personal de limpieza, personal de residencias, transportistas, personal de supermercados, etc.
La campaña publicitaria de FEDE-Aepe (Federación de Empresas de Publicidad y Comunicación-Asociación Española de Publicidad Exterior) es uno de los ejemplos donde pudo verse como la publicidad exterior se reinventó a sí misma. La creatividad de esta campaña surgió de una idea de la misma FEDE-Aepe que fue desarrollada por el equipo creativo de Clear Channel. La campaña en cuestión comenzó a circular a nivel nacional el miércoles 8 de abril en más de 1.600 soportes como son los mupis, marquesinas, vallas y monopostes. Además, también se mostró en pantallas digitales en el Metro de Barcelona y en los principales intercambiadores de transporte de Madrid, como Plaza Castilla, Avenida de América, Príncipe Pío, Moncloa, entre otros. Las redes sociales fueron también otro gran foco publicitario para la campaña, sobre todo en las redes sociales de todas las empresas asociadas con la misma FEDE-Aepe. La campaña inició su apertura con la participación las empresas Clear Channel, Clece OOH, Exterior 21, JCDecaux, Comunitac, Exterior Plus y IEPE.
Por otra parte, algunos exclusivistas cedieron (y siguen cediendo) espacios de forma totalmente gratuita para campañas publicitarias del Ministerio de Sanidad, demostrando una solidaridad sin igual en un escenario tan necesitado de comprensión como es el de una pandemia global. Teniendo en cuenta que la publicidad exterior es el medio publicitario más afectado por la crisis del COVID-19 y que su inversión ha descendido dramáticamente, cualquier esfuerzo por su parte para ayudar en esta situación nada alentadora cargada de incertidumbre es una acción digna de elogio.
Finalizaremos este artículo diciendo que, a pesar de las catastróficas circunstancias que ha provocado (y sigue provocando con posibles daños colaterales) la crisis del COVID-19, la publicidad exterior no solo ha superado las expectativas que muchos creían imposibles, sino que además se ha reforzado a sí misma, demostrando que con ciertas dosis de estrategia, creatividad y disciplina puede seguir desarrollándose y hasta mejorar en el peor de los entornos posibles.